Proponer su renovación ha sido prioritario para Unicaja Costa de Almería, que además tiene en él un buen ejemplo de formación en valores y de vóley de calidad para sus categorías inferiores
Ni él entiende su vida sin voleibol, ni el voleibol
puede prescindir de un personaje al que le ha definido siempre, toda su vida,
la actitud. Algún amigo suyo, algún jugador profesional, se ha jactado en la
descripción de un perfil social como el único que le ha ganado una batalla a
Jorge Soriano, corazón de león, alma de guerrero, que vive el momento de dar
rienda suelta a su vocación de cuidar a los otros guerreros.
Como pieza clave
siempre, más en las dos últimas temporadas al vestirse de corto por las
'exigencias del guion', proponer su renovación ha sido prioritario para Unicaja
Costa de Almería, que además tiene en él un buen ejemplo de formación en
valores y de vóley de calidad para sus categorías inferiores. Soriano se queda
y vivirá su quinta temporada en el cargo, la cuarta en solitaria tras compartir
la primera con su querido, querido por todos en el club, JoseUroz: "Es muy
gratificante que el club confíe en mí para cubrir sus necesidades de
fisioterapeuta y estar con el equipo día tras día".
Como no podía ser de otro modo, será"otro año
más cargado de ilusión", teniendo ya "muchas ganas de empezar, sobre todo
porque este año no se pudo culminar el buen trabajo que se venía haciendo;
quedaba lo más bonito".
También hay "muchas ganas de estar con el grupo nuevo"
para un tipo que se siente "orgulloso" del trabajo que realiza y de que "el
club siga pensando en mí", asegura. La respuesta toda esa confianza,
tratamientos que hagan volar hacia los títulos: "Espero luchar por todo, como
siempre, estar en las finales, como dice el presi, pero luchar por ellas, porque
al final este club lo que lo define es competir por los títulos, si jugamos la
Supercopa, pues desde ella, y en el caso de que haya competición europea,
intentar llegar a lo másalto posible haciendo un buen trabajo, eso combinado
con intentar estar lo más arriba posible toda la liga para llegar bien a la
Copa del Rey y a los playoffs; llevar el nombre de Almería lo más alto posible,
como siempre se ha hecho".
Y como se ha dicho al principio, él mismo lo
confirma, "no me imagino mi vida sin voleibol", hablando en primera persona de
la experiencia de ser canterano en el club ahorrador: "Desde los 12 años, que
empecé en el Madre de la Luz con Don Pedro Segura, en las Escuelas Deportivas
de la Obra Sociocultural de Unicaja, nunca he dejado de estar cerca de este
deporte, así que hace casi 20 años que llevo pegado a él, desde las categorías
inferiores siempre en Unicaja, y luego en el Superliga 2 y hasta debutar en
Superliga para regresar a disputar varios puntos años más tarde, la temporada
pasada".
Por eso, pocos como él valoran tanto el esfuerzo por hacer esa
recuperación de las categorías inferiores que plantea el club, y que le
incluyen a él y al staff médico completo como asistentes de los chicos: "Me
parece muy buena iniciativa porque es verdadque cuando yo era canterano había
una estructura muy grande y te sentías partícipe, que es lo que va a suceder
ahora, que los chicos de categorías
inferiores se sientan cerca del primer equipo, y que sepan que para todos sus
problemas cuentan con nosotros, en mi ámbito, cuentan con mis cuidados".
No lo duda, es más, insiste: "Cualquier cosa
que pueda solucionarles, voy a estar ahí para ellos, como me gustaba que
sucediera conmigo cuando tenía su edad y estaba en su situación". Ha habido
varios jugadores formados en la cantera que no han llegado a vivir de jugar al
vóley, pero sí que se han formado como personas, y que han seguido jugando a muy
alto nivel.
En el caso de Soriano, ha sido campeón de Europa universitario con
la UAL, se ha graduado y sigue vinculado con el deporte al que tanto ama: "He
tenido la suerte de poder unir mi trabajo con el vóley y para mí es súper
importante poder tener mis dos pasiones juntas, además de la consulta; el día a
día es clave, porque cuando voy a trabajar no pienso que voy a trabajar, ya que
disfruto; hay días complicados y viajes largos, pero trabajo en lo que me
gusta, tengo muchos valores que he sacado del voleibol y hecho muy buenos
amigos; sí, estoy orgulloso de haber elegido este deporte desde pequeño por
todo lo que me ha enseñado, trabajar en equipo, con humildad, el compañerismo.".
Llega al extremo de tenerlo como filosofía de
vida: "Hasta que no cae el último balón y pita el árbitro, el partido no ha
acabado y toca seguir luchando hasta el final para conseguir tus objetivos, y es
lo que aplico a mi vida; hay veces que se gana y otras que se pierde, pero de
la derrota se aprende y hay que seguir entrenando". Otro de sus lemas, "mis
temas personales no me los llevo a lo profesional, aunque sí que lo profesional
siempre me incide en lo personal, me lo llevo a mí; no bajo rendimiento en el
trabajo y sí tengo que asimilar lo del trabajo en mi vida cotidiana".
Mentalmente
fuerte, si le toca jugar, jugará, pero espera no tener que hacerlo "porque eso
significa que no hay lesiones en el equipo, como lo que sí ha pasado estos años,
de lesiones inesperadas, con procesos bastante complicados". Casi lo ruega,
"que no se repitan más", pero ahí estará si es necesario su juego: "Uno siempre
está listo, yo me cuido físicamente, pero no por estética, sino por salud, y
estoy preparado en el momento para ayudar en entrenamientos y en lo que sea".
En todo caso, reconoce que no le ha dado
muchas vueltas a las lesiones vividas en la temporada inacabada: "Ya pasó el
año y la gran mayoría han sido fortuitas y poco se puede hacer para impedirlas, de
origen traumático, y sí intentar recuperarlas lo antes posible y al cien por
cien, y que estuvieran lo jugadores lo antes posible,si bien es oportuno
siempre el ejercicio de la autocrítica y alguna habrá que estudiarla, el motivo
por el que se ha producido, puntualmente".
Sí habrá alarmas encendidas desde el
principio: "Los jugadores no van a llegar a pretemporada como otros años con menos
meses de parón, porque por mucho que se intente que estén con una preparación física
adecuada y en activo, al final el ritmo no es el mismo, pero confío en que la
plantilla va ser de profesionales, que se cuidan, que se han preparado lo que
han podido y que para finales de agosto estarán a buen tono, así que no es que
ese tema me preocupe mucho precisamente por la profesionalidad".
Eso lo dice por la experiencia, pero no por
la certeza del conocimiento: "Llevo unos cuantos años que no pregunto a la
dirección deportiva por los jugadores que van a venir, ya que confío en que
siempre se hace un equipo competitivo; es verdad que este año tenemos bajas
importantes, al final el club lleva muchos años compitiendo, hay jugadores que pasan
y vuelven, otros que no vuelven, como deporte profesional que es, pero la gente
que ficha va a hacerlo para luchar por lo máximo posible".
Hay cosas, ya
respecto a planificación que en mitad de la temporada va "apuntando", dice
Soriano, "cosas que te gustan para la siguiente temporada, y que no se pueden
proponer antes porque están rutinas y objetivos planteados; cuando nos juntemos los
del cuerpo técnico las plantearé; hay que coordinar cosas que han podido fallar
y las que sí han funcionado, mejorarlas". Actitud profesional y exigente, como
en su clínica 'Seis Manos', activa de nuevo desde el 6 de mayo y con todos los
protocolos de seguridad sanitaria instaurados: "En pocos días ya lo
interiorizas, lo tienes como rutina y acostumbras a los pacientes, que saben
que tenemos todo muy cuidado".