Los rojiblancos se ponen el mono de trabajo para seguir enganchados a la pelea por el ascenso directo

La UD Almería logró una nueva victoria frente al Málaga para seguir enganchado a la pelea por el ascenso directo. Los rojiblancos tuvieron fe ante un combativo Málaga que consiguió empatar antes del descanso un tanto inicial de Umar Sadiq.

Ya en el segundo periodo, los locales terminarían rompiendo en la recta final el ida y vuelta del encuentro con goles de Maras y Ramazani.

El conjunto dirigido por José Gomes arrancó la contienda con mucho ritmo. Fruto de ello no fue necesario esperar demasiado para que Umar Sadiq hiciera el 1-0. Apenas habían transcurrido diez minutos de la jornada cuando Fran Villalba se aprovechó de un error de los malagueños y se la daba al nigeriano, que definía en el mano a mano.

Los almerienses tuvieron dominio durante estos primeros compases. Una jugada por la banda izquierda terminó con un golpeo de Aketxe y una gran intervención de Dani Barrio. En el minuto 28 se tendría que hacer un cambio obligado después de que Makaridze sintiera dolor en la zona del muslo. El cancerbero georgiano no podría continuar y Fernando ocupó su lugar.

El tiempo fue pasando y los visitantes fueron creciendo hasta que en el alargue del primer periodo Joaquín hacía el 1-1.

En la segunda parte, el técnico portugués dio entrada a Lazo en detrimento de Fran Villalba. Eso sí, serían los visitantes quienes arrancarían mejor tras la reanudación hasta el punto de lograr enviar varios centros al área, que, por otro lado, serían sin remate.

El Almería se sacudió el ímpetu del rival y recuperó la posesión, pero sin conseguir acertar en el último pase.

Un centro chut de Akieme obligó a Dani Barrio a meter la mano para mandar el balón a córner. Acto seguido sería Fernando el encargado de hacer dos paradones consecutivos ante intentos de Joaquín y Ramón. Aún quedaría hueco para que volviera a aparecer el meta malagueño con una buena estirada en un intento desde la frontal de Lazo.

Ambos conjuntos estaban luchando por desequilibrar el resultado y serían los rojiblancos los encargados de hacerlo. Después del córner derivado de la oportunidad anterior, los centrales se quedaron en zona de ataque y Maras cabecearía un centro desde la derecha. El cuero entró pegado al palo largo.

Con el Málaga volcado para buscar el empate, los rojiblancos iniciaron un contragolpe en el que Carvalho cedía la posesión a Largie Ramazani, que no perdonaba y ponía su nombre al 3-1 definitivo.