Durante la reunión se han abordado cuestiones relativas a la formación dirigida desde la Asociación Asperger Almería a familias, orientadores, educadores y Policía Local
El alcalde de El Ejido, Francisco
Góngora, ha mantenido hoy una reunión con la presidenta de la Asociación
ASPERGER de Almería, Amparo García, para conocer de primera mano, el importante trabajo que esta
realiza a favor de las personas que presentan este trastorno, así como de sus
familiares.
Elprimer
edil ha mostrado su "compromiso" para colaborar con este colectivo poniendo a
su disposición los recursos municipales con los que se cuentan y ha recordado que "es preciso que las
Administraciones Públicas y asociaciones aunemos esfuerzos para trabajar
conjuntamente para lograr así una sociedad mucho más justa, igualitaria y en la
que prime la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la vida".
Es
por ello que,durante la reunión se han abordado cuestiones relativas a la
formación dirigida desde la Asociación Asperger Almería a familias,
orientadores, educadores y Policía Local o la petición del apoyo del Consistorio
al reconocimiento legal de la Discapacidad Social a los pacientes con Síndrome
de.
De igual modo, se han abordado otros asuntos tales como la colaboración del
Ayuntamiento de El Ejido para facilitar la empleabilidad de las personas con
Asperger en el municipio a través de información con las empresas de la
localidad.
Góngora ha
calificado la labor que realiza esta asociación de "importantísima" y es que,
tal y como ha explicado, "ofrece herramientas que son vitales para mejorar las
cotas de bienestar social de las personas que padecen este síndrome, ya que
representan un recurso de primer orden de cara a garantizar un mejor desarrollo
de los afectados, así
como contribuye a favorecer su integración socio-laboral a partir de la mayoría
de edad".
Para ello, esta asociación
desarrolla a lo largo de todo el año programas y proyectos en distintas áreas
que se encuentran relacionados con la información y el apoyo a familias, la
educación en la edad escolar, las estrategias de intervención y compensación de
las desigualdades o cómo evitar el bullying, entre otros. Además, cuenta con
proyectos destinados a adultos que abordan materias tan importantes como las
necesidades educativas especiales, aquellas iniciativas dirigidas a favorecer
la inclusión laboral o el asesoramiento técnico a profesionales y entidades.
En el sistema de
protección a la discapacidad actual se tienen en cuenta tres aspectos: el
sensorial, motórico y psíquico, pero no mide la conducta adaptativa. Sin
embargo, las personas con Síndrome de Asperger tienen una conducta adaptativa significativamente
baja, no tienen habilidades para desenvolverse en su vida diaria.
Es por ello
que, desde la Federación Andaluza del Síndrome de Asperger solicitan que se
reconozca la discapacidad social, independientemente de su CI, ya que estas
personas presentan una grave discapacidad social y están abocadas a la
exclusión social en el momento que son adultas. Un dato que pone todo ello de
manifiesto es que la tasa de desempleo de este colectivo es alta, alcanzando un
86%.
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo que conlleva una
alteración neurobiológica determinada en el procesamiento de la información.
Las personas afectadas tienen una inteligencia normal y, a veces, incluso
superior a la media; sin embargo, presentan un estilo cognitivo particular y
frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas. Este trastorno se
manifiesta de diferente forma en cada individuo, pero todos tienen en común las
dificultades para una correcta interacción social. Y se encuentra encuadrado en
los TEA o Trastornos del Espectro Autista, aunque sus competencias
intelectuales y lingüísticas se mantiene como una entidad diferenciada del
autismo clásico. Representa de 3 a 5 nacimientos por cada 1.000 nacimientos.
Desde la Asociación
ASPERGER reclaman el reconocimiento legal de la discapacidad social para que
los afectados puedan acceder a los cupos reservados de trabajo para personas
con 'discapacidad intelectual' en las convocatorias de empleo de las
administraciones públicas, mediante la fórmula transitoria e inclusiva.