La joven promesa chilena hará pareja de colocadores con Ignacio Sánchez, tras su demostración de calidad y de proyección dirigiendo a Río Duero Soria
Toda una vida (corta) ligada al voleibol,
deporte en el que parecía estar escrito que brillaría. Y sí, hizo otros, pero
de madre jugadora internacional y de padre técnico. poca 'escapatoria' le iba a
quedar al adolescente Esteban, rápidamente considerado como una promesa para su
país."Nací en Santiago de Chile el primero de agosto del 97", tan solo 22 años
en el anuncio de su fichaje, 23 durante la temporada en la que vestirá de
verde,"a pesar de que mis inicios en el deporte no fueron en el vóley, siempre fui
muy cercano a este deporte", lo reconoce él mismo al explicar su origen: "Mi
padre es entrenador y mi madre fue seleccionada nacional y jugó muchos años la
liga de mi país, conmigo siempre acompañándola cuando era pequeño". Seguro que
es por ello que valore tanto la pureza de gesto: "Me enseñaron los fundamentos
básicos desde que recuerdo". Nacido para el voleibol, hecho para engrandecerlo.
Entre genes y aprendizaje, la última década
la ha pasado preparándose para ir con todo a por su destino: "Mi primer
entrenamiento, cuando ya decidí empezar a jugar al vóley, fue en enero de 2010,a
manos de un colega de mi padre; después ingresé en el equipo de mi colegio al
empezar el año escolar, y entonces fue cuando asistí y una captación de la
Federación Chilena, en la cual quedé seleccionado para seguir entrenando". De
hecho, además de que en la portada web de FEVOCHI está inserto un vídeo de
Esteban Villarreal entrenando desde casa y dando ejemplo durante una fase dura
de confinamiento en la que se encuentra Chile actualmente, entró por la puerta
grande en competición, quinto en el Sudamericano de clubes con el equipo ADO,
tomando ejemplo del plan que España puso en marcha antes de Barcelona 92, dando
recursos a los deportistas para dedicarse solo a preparar la cita olímpica.
Tras una temporada en la selección absoluta
de su país, el salto a Europa lo dio a través de Suiza, Pallavolo Lugano,
militando dos temporadas a gran nivel en ámbito continental, jugando Champions
y siendo quinto en la CEV Cup, compaginando en todo momento su desempeño
profesional con la defensa internacional de su país en diversos campeonatos.
Del país centroeuropeo pasó a la Superliga y no tardó en dar destellos de su
calidad. De hecho, no se le hizo tarde para conseguir su primer MVP, concedido
en la segunda jornada, al conducir a Río Duero Soria a la victoria por 3-0
sobre Ushuaïa Ibiza Vóley, aportando además siete puntos, cuatro de saque
directo. Precisamente en esa faceta del juego, el servicio, llega para sumar a
un ya temible grupo de excelentes sacadores, aunque lo más importante de su
función es la dirección de juego, junto a un Ignacio Sánchez del que habla
maravillas: "Jugador completo, con más experiencia que yo y respeto eso; trataré
de aprender de él,ya que siempre se puede mejorar, pero al mismo tiempo mi
intención es jugar el mayor número de partidos; será una bonita rivalidad
deportiva en nuestra posición".
En ese sentido, sabe que viene a un club en
el que crecer, "un equipo con un trabajo muy serio, que se esfuerza en todos
los aspectos en ser el mejor y que impulsa a sus jugadores a buscar eso",
porque piensa en grande: "El primer objetivo, ganarme la titularidad, jugar y
crecer como jugador, hacer una buena temporada y claramente al llegar a un
equipo como Almería el objetivo es nada menos que salir campeones; después, a medio
o largo plazo, me gustaría ir avanzando a mejores clubes y ligas, a pesar de
que esta está bien conformada y tiene clubes de muy alto nivel, pero me
gustaría poder jugar en Italia, Polonia o Rusia, por ejemplo". Su vía para
lograrlo es Unicaja, en el que ficha por "su historia y que siempre esté
peleando por los puestos superiores; es un equipo que sabe armarse para luchar por
todo, y que se me haya considerado a mí para eso significa que estoy haciendo
las cosas bien".
Por ello, por su admiración y la certeza de
que aquí puede situarse más cera de los más ambiciosos objetivos como
profesional ya expuestos, la negociación"fue muy rápida, la verdad", confiesa:
"Cuando mi agente me dijo que había interés por parte del club, a pesar de que
primero le dije que quería saber todas las posibles ofertas en ese momento, le pedí
que siguiera adelante y que buscáramos acuerdo; el querer saber todas las
ofertas de otros clubes es para poder tomar una decisión'informada' y no
apresurarme, pero desde el principio supe que era muy buena oportunidad". Y la
confianza en el grupo también le invita a soñar: "Tiene muy buena pinta, a
pesar que se fueron varios jugadores, pero Unicaja sabe cómo armarse para
competir al más alto nivel, los españoles y extranjeros que ficha son de alta
categoría y espero que podamos dar muchas alegrías al club".
Entrando en España por Soria, tierra de
vóley, su aclimatación fue buena: "Siento que no me costó mucho; una diferencia
que tuve fue que jugábamos un poco más rápido a lo que acostumbraba, pero luego
de unas semanas de entrenamiento y los primeros partidos logré adaptarme, y creo
que congenié bien con el grupo". Al verse a si mismo, aportar y recibir en
Almería: "Mi nivel está en aumento y llegar a Unicaja es una oportunidad de
seguir creciendo, ahora es un buen momento para intentar un desafío aun mayor
al que fue llegar a Soria; espero poder estar a la altura a pesar de que la
situación mundial no es la óptima para realizar deportes; espero poder
prepárarme y llegar en buen estado". Y es que lo importante lo lleva 'de serie':
"Yo me defino como un jugador apasionado y perfeccionista, me gusta y disfruto
cuando las cosas salen bien y me esfuerzo mucho para que así sea, y cuando no
salen trato de dar lo mejor de mí para dar la vuelta a una situación
desfavorable".
En Suiza le costó un poco más, pero no con el
grupo y sin merma de su capacidad de ser una esponja: "La experiencia con los chicos
fue muy buena y tengo claro que aprendí mucho de jugadores de altísimo nivel".
Llegó tras el Mundial Sub-19 y allí la travesía transoceánica, cruzando el
Atlántico, se hizo completa, conociendo del todo la exigencia de la competición
europea de clubes: "Es una de las más fuertes y el poder competir en ella es un
gusto; ver y medirse a grandes jugadores me motiva a alcanzarlos y superarlos
algún día". Por tanto, sería muy feliz de que por fin se vea culminada la
participación ahorradora en la Champions. Con todo, sea solo nacional o
internacional, su paso por las filas de Unicaja Costa de Almería sabe que no va
a ser en balde, y así se lo dice a la afición en su primer mensaje: "Le digo que
vengo a dar lo mejor de mí, que verá un trabajo serio y dedicado para brindar
solo alegrías".