La mujer, residente en Huércal de Almería, acudió a este núcleo ejidense en busca de ayuda de la ex pareja de su padre, quien avisó a la Guardia Civil al detectar que el niño yacía muerto en el interior del vehículo
El reloj marcaba aproximadamente las diez y media de la mañana cuando el núcleo ejidense de Las Norias de Daza se convertía en escenario accidental de una tragedia. Ana ha escuchado que tocaban a su puerta, en la calle Río Andarax, era la hija de su expareja, A. M., quien ha acudido a ella con su hijo en un coche, un Peugeot 206 negro, pidiéndole que la dejara entrar a su casa.
«Me ha llamado pidiéndome que la ayudara a sacar al niño del coche. Me ha extrañado que no estuviera en el colegio porque venía con su mochilica y todo. Lo he visto moraico ya, con los labios moraicos, y no he querido ni tocarlo porque yo ya veía que no era normal», ha explicado esta vecina de Las Norias, quien ha señalado que acto seguido ha intentado llamar a Emergencias pero la madre del niño le impidió que realizara la llamada.
Ana ha afirmado que nunca había tenido mucha confianza con la presuntamente asesina, pero sí señala que últimamente recurría mucho a ella.
Cuando la madre del menor asesinado ha visto que Ana no le ayudaba a sacar al niño del coche, ni la dejaba entrar con él en su vivienda, decidió marcharse con el coche. «Yo le decía que lo que tenía que hacer era llevarlo al hospital, porque al niño le pasaba algo. Incluso le pregunté qué le había hecho al niño y me decía que nada. Es más, le he hecho el comentario de que el niño parece que esté muerto y ella ha contestado muy tranquila que no. Luego me ha dicho que sí que lo iba a llevar al Hospital. Se ha dado una vuelta por las calles y otra vez venía hacia aquí cuando la Guardia Civil ha detenido el coche en la calle Las Norias», ha explicado Ana. La calle Las Norias es perpendicular a la calle Río Andarax. Fue precisamente esta vecina la que llamó a la Guardia Civil nada más marcharse la madre del menor con el niño muerto en su interior.
«La Guardia Civil ha detenido el coche, pero ella no lo abría. Han tenido que reventar la ventanilla para poder rescatar al niño porque la madre no quería abrir», ha señalado esta vecina ejidense.
La conmoción en todo el entorno ha sido mayúsculo ante un suceso que nadie podía llegar a entender, pero tras la marcha de los efectivos de Guardia Civil la calle ha quedado desierta, incluso a la puerta de los centros educativos, mientras los padres este mediodía recogían a los pequeños, el silencio ha imperado como reconocen algunos docentes de la localidad.
Aproximadamente a las dos de la tarde han acudido a la vivienda de Ana el abuelo del menor y un tío. Los progenitores del menor son de Alcolea, vivían en Huércal, aunque separados, y estaban en litigios por la custodia del menor. En este punto, esta vecina de Las Norias indica que «el padre quería la custodia porque sabía que la madre no estaba bien y realmente no lo estaba como se ha demostrado».