Balerma se está quedando sin costa y sus vecinos no están dispuestos a consentirlo. Ya lo vienen demostrando en los últimos meses y ayer fueron un paso más allá. Puesto que las respuestas que están recibiendo tanto de Costas como del Ministerio de Transición Ecológica no dan respuesta a la grave situación existente en la localidad, cuatro balermeros tomaron la determinación de encerrarse ayer por la mañana en el Servicio Provincial de Costas de Almería y allí continúan esta mañana, después de pasar toda la noche.

Así, en torno a las once de la mañana, Natalia Gómez, Fran Fernández, Mari Ángeles Peramo y Antonio Berenguel llegaron al Servicio Provincial de Costas de Almería, donde solicitaron ser atendidos por el Subdelegado del Gobierno, Manuel de la Fuente. Sin embargo, las horas fueron pasando y el único ofrecimiento que recibieron fue que el Subdelegado podría entrevistarse con ellos el jueves.

La decisión de mantener el encierro continuó adelante. La Policía Nacional se presentó para identificarlos e indicarles que podrían ser desalojados a las dos, cuando cerrara sus puertas este edificio administrativo. Sin embargo, no fue así. Pasaron las dos de la tarde, las tres, las cuatro, las cinco, y así hasta caer la noche y estos cuatro balermeros continuaban su encierro. Eso sí, sin poder comer. Un grupo de vecinos de esta localidad ejidense aguardaba abajo, pero no les permitieron ni llevarles comida, ni consintieron hacerles llegar el alimento para que pudieran comer, pese a solicitarlo en reiteradas ocasiones. Y sin comer siguen más de 24 horas después.

Esto se une a las amenazas que recibieron por parte del Jefe Provincial de Costas, Miguel Ángel Castillo, en torno a las ocho de la tarde, cuando les dijo que se «atuvieran a las consecuencias» de sus actos, según comenta Fran Fernández. Asimismo, les indicó que «tiene instrucciones de presentar una denuncia hoy en la Fiscalía por ocupar una instalación del estado y que es posible que tengamos que correr con los gastos de estar aquí», apuntó Fernández.

No obstante, también les hizo saber que ha dado traslado al Ministerio de Transición Ecológica de sus reivindicaciones.

Pese a ello, Natalia, Antonio, Mari Ángeles y Fran se mostraron contundentes. Por ese motivo no iban a abandonar su encierro.

El objetivo de esta medida fue reivindicar la reparación del dique del paseo marítimo manteniendo el trazado original, ante la decisión de Costas de retranquear una zona de paseo marítimo lo que haría perder metros. 

La segunda de las reivindicaciones es la de solicitar la declaración en el próximo Consejo de Ministros de Obras de Emergencia en la playa de Las Cuevecillas y la playa de Poniente de Balerma, con la ejecución de obras de estabilización de la playa y regeneración para que vuelva a su estado previo a la construcción de los espigones de Balanegra.

Asimismo, estos cuatro balermeros, que pese a estar ligados a movimientos asociativos afirmaron llevar a cabo esta acción a título individual, presentaron ayer un escrito de denuncia de la situación en la que se encuentra el sendero GR 92 que fue homologado en el año 1987 y que cuenta con protección europea dentro del sendero E10.

Un sendero que tiene un recorrido de 170 kilómetros en Almería, bordeando todo el litoral desde Adra hasta San Juan de los Terreros.

Así, estos balermeros exponen en su escrito «el grave riesgo para la vida humana y la seguridad de las personas en las que se encuentra parte del tramo que discurre desde Balanegra en sentido Balerma, a su paso por la zona conocida como Las Cuevecillas», al tiempo que ponen el acento en que «debido a la regresión ocurrida en los últimos años, el sendero se está desintegrando por los efectos de los oleajes, cada vez más cercanos al sendero».

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, solicitó ayer a la Dirección Provincial de Costas que atienda las reivindicaciones planteadas por los vecinos de Balerma para dar solución al importante problema de regresión del frente costero.