La UD Almería empató el pasado viernes sin goles en el estadio Abaca Riazor ante el Deportivo de la Coruña. Un encuento que finalizó sin goles, pese a que ambos conjuntos tuvieron ocasiones suficientes para haberse llevado el encuentro. 
Los rojiblancos firmaron un buen encuentro, sobrio, bien en defensa y con algunas ocasiones en ataque, ante uno de los equipos llamados a pelear por el asceso de categoría esta temporada.

Fran Fernández volvió a apostar en esta ocasión por el equipo habitual con Luis Rioja y Álvaro Giménez de nuevo como titulares, mientras que el centro de la defensa repetía Lucien Owona debido a la lesión de Juan Ibiza.

El conjunto almeriense comenzó jugando con intensidad y presionando muy arriba, lo que les llevó en apenas dos minutos a generar la primera ocasión del encuentro en un disparo desde la frontal del área de Corpas, que se fue al palo.

No obstante, con el paso de los minutos, el encuentro se fue nivelando. Los de Fran Fernández disponían de mayor posesión y movían la pelota con criterio, pero en el 22, a la salida de un córner lo gallegos tuvieron una buena ocasión. También el Almería tuvo las suyas. En el 20 lo intentó Iván Martos y en el 40 Juan Carlos Real, tras recibir de Saveljich, arrancó en el centro del campo, se internó y disparó desde el borde del área rechazando el meta local con apuros. 
El encuentro se iba así, sin goles, al descanso.

El segundo período se inició con los rojiblancos mandando de nuevo sobre el terreno de juego, aunque la confrontación se fue nivelando y pasó a ser electrizante con dos equipos que buscaban la victoria. Las alternativas se sucedían, había intercambio de golpes.

En el minuto 60 el Almería tendría otra clarísima oportunidad en una contra montada por Rioja, que asistió a Corpas, quien no acertó en su mano a mano con el portero gallego. Corpas volvió a ser protagonista en el 62 cuando no llegó por poco a un centro de Juan Carlos Real al segundo palo, y en el 71 mandaba fuera un servicio al centro del área de Álvaro Giménez.

El Deportivo hizo cambios netamente ofensivos, se iba a por todas y los últimos minutos fueron los locales los que tuvieron más llegada. En el 93 René evitó la derrota, que hubiera sido muy injusta. El meta rechazó un lanzamiento de Domingos Duarte en un mano a mano.