El Almería vivió una auténtica pesadilla frente al Villarreal en el Estadio de La Cerámica en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Los rojiblancos sufrieron una durísima goleada y encima perdieron, por lesión, a Sekou y a Juan Ibiza, que reaparecía. El global de la eliminatoria, 11-3 para los amarillos. El conjunto almeriense, con un once no habitual, pero que llegó hasta aquí en la Copa eliminando al Málaga y al Reus, y plantándole cara en la ida al Villarreal, quiso ser atrevido ante un rival que compite en Europa, y lo pagó.

 

Al igual que en anteriores partidos de la Copa del Rey, el Almería jugó de inicio en Villarreal con los suplentes y con tres futbolistas del filial. En el minuto 7 Sekou lanzó desde la frontal del área un disparo raso y ajustado al palo que detuvo el meta local. El conjunto almeriense presionaba arriba y actuaba con la defensa adelantada. Esta circunstancia la supo aprovechar el Villarreal para encarrilar el encuentro y sentenciar la eliminatoria. En el 22' Ekambi recibía un balón a las espaldas de la defensa y batía a Fernando, que poco antes había evitado el 1-0. En el 30', de nuevo el atacante camerunés se aprovechaba de un resbalón de Trujillo para plantarse ante el meta rojiblanco y hacer el 2-0. Poco después, en el 35', el propio Ekambi hacia el tercero, y en la prolongación, en el minuto 47, Carlos Bacca marcaba el 4-0.

 

Y así continuó en el segundo tiempo, que fue una auténtica pesadilla para los jugadores. Ya al minuto de la reanudación de nuevo Ekambi lograba el 5-0 al colarse entre los centrales rojiblancos. Este periodo fue un monólogo de un hambriento Villarreal que olió la sangre de un Almería herido, moribundo, que daba todo tipo de facilidades porque el resultado pesaba mucho. La UDA tuvo que sufrir mucho más porque los goles seguían cayendo ante las facilidades que daban hasta el 8-0 en el minuto 89. La Copa ya es pasado para el Almería esta temporada.