El Almería B sufrió un castigo demasiado duro en su partido frente al Sevilla Atlético disputado en el Anexo del Estadio de los Juegos Mediterráneos, correspondiente a la décimo segunda jornada del grupo cuarto de Segunda División B. El 1-5 del marcador final es engañoso, si bien el triunfo visitante fue justo. El filial almeriense se fue al descanso con 0-2 producto de un regalo y de la mala suerte; en la segunda parte quiso reaccionar, pero se quedó en inferioridad numérica y todo se complicó mucho más.

Esteban Navarro, entrenador rojiblanco decía en las vísperas que el que menos errores cometiera tendría todas las opciones, y así fue. El encuentro se le puso muy cuesta arriba al Almería B desde el inicio, a pesar de que llevaba el peso del partido y tenía la posesión. Sin embargo en el minuto 8 un centro de Bryan, desde la izquierda, lo cabeceaba Lara al fondo de las mallas, adelantándose a la salida de Guille Lara.

El filial almeriense, como decíamos, dominaba y se jugaba más en terreno sevillista, pero el conjunto de Esteban Navarro, pese a tener llegada, daba más sensación de peligro que de generar ocasiones verdaderamente claras de gol. La confrontación era intensa, de mucha disputa y trabada.

El Almería B buscaba el empate ante un rival que no daba facilidades en defensa y que apostaba por a la contra. En el 25, Curro, del Sevilla Atlético, lanzaba una falta que se iba fuera tras dar en el poste. Cuando más insistían nuestros representantes llegó el 0-2 en una acción de mala suerte. Guille Lara despejaba un balón y éste le daba en la cara al delantero centro visitante, Chris Ramos… la pelota, ante la sorpresa de todos, se colaba en la portería. Era el minuto 28 y el partido se ponía más cuesta arriba. Pese a los intentos locales, se llegaba al descanso con este marcador de 0-2.

De inicio en el segundo período Esteban Navarro puso en liza a Darío Guti en sustitución de Dani Albiar, buscando mayor mordiente arriba. El Almería B volvía a mandar, a tener la pelota, a buscar la meta contraria… el partido era prácticamente un monólogo de los rojiblancos ante un adversario que se cubría bien atrás y salía con peligro a la contra. Igor Engonga, en el 56 mandó al larguero tras un remate acrobático. Ahí pudo estar la clave porque de haber marcado el filial se pudo meter en el encuentro.

También fue decisiva la expulsión de Javi Moreno en el 60 al propinar una patada a un rival estando el juego detenido. El Almería B se quedaba en inferioridad numérica. Más problemas. En cualquier caso buscaba el gol que le diera “alas” y el metió en el campo a Oscar Lozano, sustituyendo a Sergio Pérez. Con 0-2 y con uno menos, el riesgo era mayúsculo y lo pagó porque el Sevilla supo jugar muy bien a los espacios para ampliar su goleada. Alberto Toril, de penalti, marcó el tanto almeriense.