El núcleo costero de Almerimar se encuentra inmerso en la celebración de sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen. En la noche de ayer se llevó a cabo uno de los actos más emotivos de la programación, con la lectura del pregón a cargo de Pepe Collado, profesional del sector del turismo que regentó el antiguo Camping Mar Azul de Almerimar que en su día fue todo un referente nacional e internacional y que atrajo a nuevos turistas que buscaban este tipo de alojamientos. A día de hoy está al frente del nuevo Camping de Balerma. El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, junto al presidente de la Junta Local, Inocencio Gabriel Manzano, y los concejales Luisa Barranco, Julia Ibáñez, Alberto González y José Andrés Cano, asistió a esta actividad y aprovechó para felicitar el trabajo que realiza la Junta Local tanto durante estas fechas como a lo largo del verano y el resto del año. Pepe Collado rememoró en su pregón la primera vez que llegó al municipio, en el año 1978, cuando los promotores de la Urbanización propusieron a su padre abrir un camping junto a Almerimar, con el objetivo de que la zona se diera a conocer entre públicos y países diversos. Lleva casi cuatro décadas en esta localidad y aquel Camping Mar Azul tuvo un millón de estancias entre 1980 y 2004. Collado también recordó como esta Urbanización "estaba muy bien diseñada con el golf, el puerto, grandes avenidas y zonas verdes, que la hacían atractiva a los visitantes, pero precisamente por sus dimensiones necesitaba de tiempo para su completo desarrollo". En sus palabras dijo no saber si "en principio se planteó Almerimar para venderla a los turistas del resto de España y Europa, lo que si se prueba como cierto es que tras el gran éxito económico de la agricultura intensiva, buena parte de los beneficios obtenidos en el campo han sido invertidos por la población nativa en la compra de viviendas tanto vacacionales como vivienda principal. Se ha convertido, aparte de en una urbanización para veranear, en un barrio residencial con vida propia, en el que también viven un buen numero de extranjeros, dándole a este enclave del Poniente un aire muy cosmopolita y con vida durante todo el año. La madre naturaleza nos ha regalado más 3.000 de horas de sol al año que son las que hacen verdaderamente posibles estos milagros: la agricultura y el turismo".