Turismo Almeria

Almeripress.es - Inicio

Tiempo en Almería Almería 33ºC 24ºC

Cuando el alma se vacía, un buen paisaje es la cura

Por Rubén García Felices, fotógrafo, periodista y auxiliar administrativo en el SAS.


“Párate un momento, olvida tus dolores y únete a la alegría de este jardín repleto de flores”. Ese es uno de los dos lemas
empleados por María Encarnación Vida Verdú (Melilla, 1945), apodada Kika Vida en la exposición que se puede visitar desde
hoy en el Consultorio de Salud Cabo de Gata bajo el título ‘Colores que curan III’”. Se trata de la tercera parte de la exposición
“Colores que curan” iniciada el pasado mes de junio por las tres artistas locales Lola Méndez, María Dolores Sánchez y la
propia Kika Vida. Cabe decir que la segunda exposición fue una colectiva de Lola y María Dolores, como no podía ser de otra
manera. El trabajo expuesto se divide en dos apartados: “Flores que curan” y “Paisajes que sanan”, bien diferenciados el uno
del otro y exhibidos en dos paredes totalmente independientes. El primero fue realizado durante el periodo del encierro de la
pandemia del COVID-19, el segundo, el dedicado a los paisajes, una vez ya finalizado el mismo. Pero ambos trabajos están
unidos por un elemento fundamental: su intención de sanar al espectador por medio del poder de la pintura y los colores.
El segundo lema, que dice así: “La niebla se aleja y se diluye en un cielo limpio, unos montes verdes, o unos mares y lagos de
ensueño que se iluminan con luz natural... son lugares donde la esperanza se siente en el aire y son más que unas cuantas
líneas o unos bonitos colores”, hace hincapié a los lienzos con parajes naturales almerienses que sanan sólo con su mera
observación. Unas panorámicas son imaginarias (fruto de la mente de su creadora) oscuras y grises, al estilo de El Señor de
los Anillos, otras son reales, sacadas de fotografías ya existentes. De entre todas destacan, a mi gusto, cuatro, vinculadas a lo
misterioso e irrealista unas, y a la belleza primigenia del ímpetu de la naturaleza, otras. Son cuatro estampas de paisajes
montañosos y de agua con cielos nublados que la artista pretende dejar atrás, como si de emociones pasajeras se sostuvieran,
y paisajes (hay uno cálido y otro frío) silvestres de ensueño, de tierras coloridas, productos de su fantasía. Y es que, al fin y al
cabo, la fantasía también puede aportarnos calma, alegría y paz.
Kika Vida es una artista que lleva exponiendo desde 2010 sus pinturas en diversas salas de la capital y la provincia de Almería
(destaco sus exposiciones individuales realizadas en la Diputación de Almería, el Centro Cultural de Garrucha y la Escuela
Municipal de Música y Artes de Almería (EMMA)), y sus obras se caracterizan por su expresionismo intenso y un colorido
absorbente. Podría decirse que su aprendizaje gira en torno al taller de pintura que desde hace muchísimos años viene
realizándose en el barrio de Cabo de Gata con el apoyo del ayuntamiento, bajo la impartición de la veterana pintora María José
Martínez Sánchez.
Esta exposición, llevada a cabo en el espacio expositivo del Consultorio de Salud Cabo de Gata, al igual que sus predecesoras,
explora el poder del color en la pintura, y crea una fuente de sensaciones y bienestar en aquellos usuarios que la contemplan.
Son un total de 18 obras que dialogan con el entorno del consultorio de salud, dándonos la oportunidad de profundizar en un
trabajo que refleja un alto conocimiento de la pintura al óleo, así como una arraigada madurez que caracteriza a los artistas de
los 2000, como Abraham Lacalle, aunque eso sí, ambos autores, Kika y Abraham, con estilos muy distintos.
Maestra de profesión desde los 18 años, siempre enamorada de la pintura y las manualidades. Su vida personal y profesional
le impidió dedicarse al arte. Fue al jubilarse con 60 años cuando empezó ya en serio y aprendió las técnicas del óleo y el
acrílico. En la exposición, que podrá visitarse en el consultorio público de salud hasta el próximo 15 de agosto, muestra de una
manera u otra sus sentimientos más íntimos, porque, como ella asegura, mientras pinta no piensa, sólo siente. Afirma que
continuará pintando mientras sus dedos aguanten un pincel y su vista reconozca los colores.