Uno de los mayores iconos de la historia del flamenco, José Mercé, recibió anoche un merecido homenaje a toda una vida dedicada a la música que lo ha llevado por los mejores escenarios del mundo; convirtiéndose en una de las grande figuras de este estilo musical. Para ello, el gobierno local concedió al cantaor una 'Butaca de honor' en el Teatro Auditorio, un reconocimiento a su intensa carrera profesional repleta de premios y galardones que ha conseguido a lo largo de décadas de trabajo sobre por los cinco continentes. Este acto se ha producido en el marco de la 41 edición del Festival de Teatro de El Ejido y, como bien ha explicado la edil de Cultura, Julia Ibáñez, "se trata de un merecido homenaje a toda una vida dedicada a la música y como embajador en todo el mundo de nuestra cultura a través de una de nuestras mayores señas de identidad, el flamenco". El jerezano, por su parte, mostró su agradecimiento al ayuntamiento por este gesto y destacó las enormes muestras de cariño recibidas por el público ejidense. Este galardón viene a unirse a los concedidos también en ediciones anteriores a actores de la categoría de Concha Velasco, José Sacristán, Julia Martín Caba y Els joglars. De igual modo, otros grandes artistas que cuentan con una distinción en este edificio cultural son Montserrat Caballé y Manolo Escobar a los que se le ha otorgado un 'Palco de honor' por importante contribución a la historia de la música. De forma previa a este gran reconocimiento, Mercé ofreció un extraordinario directo que cautivó y emocionó al aforo del Teatro Auditorio. Presentó ante su público su último trabajo, 'Mercé Sinfónico', un directo en el que interpretó temas para los que se han realizado adaptaciones llevadas al terreno de lo clásico de las composiciones que han marcado su extensa carrera. De esta manera, se pudieron escuchar grandes éxitos de su discografía como es el caso de 'Al alba' (del álbum Aire), 'Del amanecer' (Aire), 'Primavera' (Del amanecer) o 'Entre naranjos y olivo' (Instrumental), entre otras; en las que el artista volvió a poner toda su alma y sensibilidad; mostrándose más profundo y espiritual que nunca. Y es que su espectáculo representa una conjunción entre el repertorio más popular del artista y la elegancia de una gran orquesta sinfónica, que lo colocan a la vanguardia del cante jondo.